martes, 25 de diciembre de 2007

Los últimos días de Eva. Historia de un engaño

Este es un adelanto del nuevo libro de Nelson Castro en el que devela la trama que se tejió en torno a los últimos meses de vida de Eva Duarte de Perón.

Aquel 21 de septiembre de 1951 aún resonaban los ecos del episodio político que había conmocionado al país: la renuncia de Eva Perón a la candidatura a la vicepresidencia de la República. La firme oposición de las Fuerzas Armadas y la actitud ambigua de Perón, que no quería irritar a muchos de sus camaradas disgustados con su carrera política, habían sido determinantes para cerrarle el camino hacia ese cargo tan anhelado por ella. Pero había algo más: su salud. Eso de lo que ella no quería hablar. Eso de lo que todos se daban cuenta pero que ella prefería negar. Eso de lo que su delgadez y palidez “hablaban” a diario. Eso que su voz trémula tornaba difícil de disimular, como lo había demostrado su dramático discurso de rechazo a la candidatura, que había leído por radio en la noche del 31 de agosto.
En la mañana de aquel día de primavera, el teléfono sonó temprano en la casa del distinguido ginecólogo Jorge Albertelli. Lo llamaba el doctor Armando Méndez San Martín, ministro de Educación.
Se percibía un tono de preocupación y misterio en la voz del ministro cuando le pidió verlo esa misma tarde, con urgencia.
A las tres de la tarde, un auto del Ministerio de Educación lo fue a buscar a su casa. Le sorprendió ver que, en ese auto, estaba el propio ministro Méndez San Martín. Tenía algo serio que decirle:
“La señora del Presidente está enferma gravemente, necesitamos su ayuda, que creemos valiosa. Mayores datos le daremos con el doctor Raúl Mendé quien tiene en su poder el resultado de la biopsia efectuada a la señora Eva con la cual empezará a orientarse. Vamos a verlo a la Casa de Gobierno, ahora mismo”.
El doctor Albertelli quedó turbado. El viaje a la Casa de Gobierno se realizó en medio de un estrepitoso silencio.
¿Qué decir? ¿Qué preguntar? ¿Qué hacer? Con un enorme esfuerzo conservó la calma. Las preguntas pasaban por su mente rauda y vertiginosamente.
Todo se precipitó como un torbellino. El ingreso a la Casa Rosada, el paso por el Patio de las Palmeras, la amplia escalera, el antedespacho y, finalmente, el despacho del ministro de Asuntos Técnicos. Allí estaba, pues, el doctor Raúl Mendé, quien lo esperaba ansioso.
“—Doctor, lo que vamos a confiarle es en categoría de ‘Secreto de Estado’; comprenderá la obviedad del silencio obligatorio que adquiere como ciudadano argentino. Necesito su palabra de honor al respecto.”
La respuesta del doctor Albertelli fue instantánea:
“—Señor Ministro, somos colegas y sabe que, al recibir el título, ambos hemos jurado por Hipócrates el silencio en lo que se refiere a cuanto conozcamos por el ejercicio de la profesión. Por lo tanto, si confían en mí, proceda”.
El ministro lo miró y casi con sigilo le entregó un papel. Permaneció observándolo. El papel estaba doblado aun cuando se veía que había sido abierto. Albertelli lo tomó con el mismo cuidado con el que lo recibió y comenzó a leerlo. Quedó conmocionado.
Esa hoja de papel, correspondiente a una persona de nombre para él desconocido, era el protocolo con el informe del estudio histo-anátomo patológico de una biopsia de cuello uterino. Tenía el membrete del Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento y estaba firmado por el doctor Julio César Lascano González, un distinguido médico patólogo. El informe era contundente:
“Epitelioma espino-celular con acentuada infiltración del estroma. Se observan células con activas mitosis y, en los vasos del tumor, múltiples embolias de células neoplásicas”.
No quedaban dudas. El diagnóstico correspondía a un cáncer. Albertelli no tuvo necesidad de preguntar nada para apreciar la real gravedad de la situación. La presencia de “células con activas mitosis” y de “múltiples embolias de células neoplásicas” en los vasos del tumor, eran elementos de mal pronóstico ya que hablaban de un cáncer agresivo y presagiaban la aparición de metástasis en otros órganos. Ese era el diagnóstico y el pronóstico de la enfermedad de Eva Perón ya que, en realidad, era a ella a quien correspondía esa biopsia cuyo resultado figuraba bajo un nombre supuesto.
“¿En qué puedo serles útil?”, preguntó Albertelli haciendo un esfuerzo para reponerse del impacto. El ministro Mendé tenía la respuesta:
“—Sucede lo siguiente. El doctor Dionisi, que ya está en conocimiento de este documento, ha manifestado la imposibilidad de hacerse cargo de la paciente, dada la lejanía de su sitio de residencia y de las múltiples tareas que actualmente está desempeñando. Reitera que está dispuesto a colaborar en todo lo necesario, pero cree que su tarea no sería cumplida a la altura de las circunstancias. Solicitó que otro ginecólogo se hiciera responsable, quedando él en carácter de consultor. Por lo tanto, doctor Albertelli, conociendo ambos sus condiciones profesionales y personales, le solicitamos quiera sustituir a su colega en la que, entendemos, será una dificilísima tarea.
Albertelli respondió afirmativamente.
¡Cuántos pensamientos circulaban en su cabeza en ese momento! Pero no había tiempo para ocuparse de esas dudas. Lo que ahora urgía era ver a la paciente y, luego de las consultas del caso, el próximo destino fue la residencia presidencial de la calle Agüero. Hacia allí se dirigieron Albertelli y Méndez San Martín.
En el auto del ministro reinaba, otra vez, un silencio espeso y quejoso. El informe de la biopsia no dejaba lugar a optimismo alguno. Era una realidad dura. Pero aun así, el ministro no se resignaba y abrigando, tal vez, una esperanza remota, le preguntó al doctor Albertelli si su opinión era, efectivamente, tan sombría como la había expresado en la reunión en la Casa de Gobierno. Albertelli no dudó.
“Vea, creo que no puedo ni debo ocultarle mi impresión pesimista; espero poder modificarla favorablemente después del examen que le practique a la señora Eva. Lo que manifesté es una primera impresión que complementaré. Es más: cuando todos los elementos para valorar el caso estén en mi mano, por dura que sea esa realidad, creo que deben ser impuestos al Presidente. Ese es mi criterio y así entiendo que debo hacerlo.”
Pero no sólo era eso lo que causaba gran preocupación en Albertelli. Sino también la responsabilidad de asumir la atención de Evita, el carácter de la paciente, su entorno, las intrigas de palacio que anticipaba y que pronto experimentaría.
Esas sensaciones se mezclaban además con la humana vanidad. ¿Cuántos otros colegas quisieran estar en su lugar para atender a la esposa del Presidente? ¿Cuánta fama le acarrearía? ¿Cuánta envidia generaría?
Sobre eso cavilaba el doctor Albertelli cuando, tras atravesar el portón de entrada de la residencia Unzué y de subir la suntuosa escalera de la mansión, se encontró, junto al ministro Méndez San Martín, frente a la puerta del dormitorio de Eva Perón, cuya puerta se abrió.
Así recuerda Albertelli ese momento:
“En una amplia cama, lujosamente adornada, una mancha blanca y oro sobre sábanas blancas. Reclinada sobre varios almohadones que le servían de respaldar, ambos brazos a lo largo del cuerpo que resaltaban sobre el níveo lecho, Eva Perón volvió la cabeza hacia nosotros. Pero algo más me dijeron mis ojos, como se lo hubieran dicho a los ojos de cualquier otra persona. Esa bella y joven mujer, reclinada lánguidamente en esos almohadones, demostraba algo único e indefinible que sobrecogía el ánimo del espectador. Una dulce e infinita tristeza, los ojos apagados y contorneados por ojeras hábilmente disimuladas por el maquillaje, los pómulos un poco salientes y una general laxitud, decían que algo vulneraba profundamente ese ser”.
¿Cómo sería su relación con la paciente? ¿Se encontraría Albertelli con alguien afable y dócil o, por el contrario, con una persona malhumorada, enojada y con malos modos?
Así comenzó Albertelli su diálogo con Eva:
“—Señora, le pedí al doctor Méndez que gestionara esta entrevista. No quisiera estar aquí en calidad de médico, circunstancia que no me hace feliz, pero hay que rendirse ante los hechos. Deseo, con toda mi vocación profesional, ser eficaz y útil en la tarea que se me encomienda. Deseo participar en sus dudas e inquietudes; no tema preguntar y aclarar las lagunas que usted pudiera tener. Por nimio que sea el tema, no vacile en pedir explicaciones. Sepa que trataré, en todo lo que me sea posible, de no invadir su intimidad física y espiritual. Si conseguimos armonizar todo esto, la mitad de la batalla que juntos emprenderemos, estará ganada”.
Luego de esta introducción, la próxima etapa fue la consulta conjunta realizada por Albertelli y Dionisi. La revisación ginecológica se hizo bajo anestesia general. A Evita le disgustaba enormemente el tener que pasar por estos exámenes. Los vivía como un verdadero sometimiento y una invasión a su pudor.
Fue así que bajo el control del anestesista, el doctor Roberto Goyenechea, Albertelli y Dionisi examinaron a la enferma. Fue un examen minucioso y prolijo al término del cual, los dos médicos coincidieron en sus conclusiones.
Diagnóstico: Epitelioma pavimentoso endofítico del cuello uterino, grupo II franco (parametrio y vagina). Los médicos hacen constancia de ser un caso de pronóstico muy reservado dado: a) el grado de extensión de las lesiones; b) el tipo histológico; c) el tipo anatómico; d) el largo tiempo de evolución clínica de la enfermedad sin tratamiento; y e) la edad de la enferma.
El diagnóstico era contundente y el pronóstico indudablemente malo. Había que comunicárselo al Presidente que, recién llegado de la Casa Rosada, esperaba con ansiedad el resultado del examen. Le tocó a Albertelli ser el portavoz de la mala noticia:
“...El caso de su señora esposa es sumamente serio, tanto por el carácter de la enfermedad en sí, como por los factores concurrentes que lo agravan respecto del pronóstico a no largo plazo. Su mujer padece un cáncer cuyo punto de partida está en el cuello del útero, tumor maligno relativamente frecuente, habitualmente agresivo de difícil curación con los medios que tenemos hoy en día en las manos. Cuando el diagnóstico se hace temprano existe un porcentaje de curación. No es éste el caso. La propagación del proceso es importante, lo que retacea las posibilidades favorables.
La variedad de células malignas que presenta es desfavorable. La presencia de células malignas en la luz de las venas hace presumir que en un futuro no lejano se produzcan metástasis, de lo cual no hay evidencias por el momento. Por último, es sabido que la virulencia del tumor es tanto mayor cuanto menor es la edad. Su señora es muy joven. Este es el lamentable cuadro que se presenta ante nuestros ojos. No obstante, no creemos todo perdido y la obligación es no bajar los brazos y luchar. Por lo tanto, hemos discutido y preparado un plan de tratamiento que no es otra cosa que utilizar los conceptos clásicos universalmente admitidos y que consiste en la inmediata aplicación de radium para detener el crecimiento del tumor, lapso conveniente para que los tejidos se repongan de modo de soportar un acto quirúrgico calculado en aproximadamente cuarenta días, y ulteriormente completar con radioterapia, esta vez externa. Si usted lo aprueba, deseamos no perder tiempo para iniciar este plan”.
Perón permaneció callado. Un silencio de muerte sobrevoló la sala. El tiempo se detuvo en ese cuarto suntuoso iluminado por el sol de primavera, paradójicamente, lleno de vida. Muchas imágenes atravesarían la mente del General en aquel segundo fatal. Una de ellas, seguramente, sería el recuerdo de su primera esposa, Aurelia Tizón, que también había muerto joven a causa de un cáncer de cuello uterino. Seguramente, de haber ocurrido eso hoy día, alguien le habría mencionado a Perón el virus del papiloma humano y de la conveniencia de que él se realizara los exámenes para determinar si era portador o no de este virus, considerado la causa más frecuente de carcinoma de cuello uterino y que se transmite a través de los contactos sexuales. Pero, el ahora de hoy día, era un lejanísimo e inimaginable futuro en aquella mañana del 23 de septiembre de 1951.
Y allí se encontraban Perón, triste y desconsolado por la noticia, Albertelli, Dionisi y los ministros médicos Mendé y Méndez San Martín, sin saber qué más agregar a tamaña evidencia. Finalmente, fue Perón el que rompió el silencio: “Lo que acabo de conocer, si bien lo intuía, me ha afectado profundamente. Quiero que sepan que Eva representa algo muy grande como esposa, como compañera, como amiga, como consejera y como punto de apoyo leal en la lucha en la cual estoy empeñado. No puedo juzgar la parte médica; confío en ustedes y apruebo lo que aconsejan, así que procedan. Deseo ardientemente que la suerte no sea esquiva y nos ayude…”.
Ya estaban saliendo cuando Albertelli recibió un pedido que lo sorprendió: el ministro Méndez San Martín le transmitió un deseo del Presidente. En su calidad de jefe médico del equipo, lo invitaba a mudarse a la residencia presidencial durante todo el tiempo que durara el tratamiento de su esposa. Albertelli, impactado con el pedido, alegó que necesitaba unas horas para pensarlo. En su interior sabía, sin embargo, que no tenía ni tiempo ni opción. Su vida había cambiado en cuestión de horas. Y ese cambio lo acompañaría por el resto de sus días.

lunes, 24 de diciembre de 2007

Pequeños errores del Primer Mundo

Luego del atentado terrorista sufrido en Londres el 7 de Julio de 2005, Scotland Yard decidió poner en marcha lo que denominó "Operación Kratos", en la que un grupo de selectos agentes, asesorados por expertos israelíes, reciben un especial entrenamiento sobre como actuar contra un terrorista suicida. En él adquieren como método principal el disparar a la cabeza del terrorista ya que esto paraliza el sistema nervioso e impide un extremo gesto de su parte para hacer funcionar el detonador.
Jean Charles de Menezes era un joven electricista que desde hacía tres años vivía en la capital británica y tenía previsto, luego de juntar algo más de dinero, volver a Minas Gerais, un pueblo del sur brasileño en el que había nacido 27 años antes.
La mañana del 22 de Julio, 15 días después del atentado, este joven electricista se disponía subir a un subte de la estación de Stockwell que lo llevaría a su trabajo; fue en ese momento cuando aparecieron ocho o nueve policías de civil y, tras inmovilizarlo en el suelo, lo acribillaron de ocho balazos, siete de ellos en la cabeza.
De esta manera, los agentes especiales del CO19 de Scotland Yard cumplieron al pie de la letra y al extremo no sólo la licencia para matar que les concedió el gobierno, sino también el método aprendido en la "Operación Kratos"; su único error fue dispararle a un joven inocente y desarmado.
Eso sí, horas después del hecho, el primer ministro Tony Blair pidió "desesperadas disculpas" a la familia del joven.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Revista LETRACELULOIDE

Ya se encuentra on line el número 1 de LETRACELULOIDE -Revista virtual de cine y literatura-.
Esta revista contiene breves comentarios de distintos profesionales que, de alguna manera, trabajan en el campo de la cultura, sobre películas basadas en textos literarios. La idea central es que el visitante pueda descubrir o redescubrir algunas versiones fílmicas y textos de diferentes épocas, nacionalidades, valoración crítica o histórica, como, así también, distintos escritores y cineastas.
Para todos aquellos que deseen visitarla o conocer las condiciones de publicación la dirección es: http://letraceluloide.blogspot.com/.

Operación Masacre, una obra precursora

En la mañana del 16 de Noviembre de 1959, Truman Capote estaba hojeando el New York Times cuando se detuvo a leer una nota de la agencia UPI en Holcomb, Kansas, que llevaba por título “Asesinados rico agricultor y tres familiares”. Capote estaba buscando ideas para transformar el periodismo en un arte literario serio y este crimen en Holcomb fue la oportunidad perfecta para su objetivo. El resultado fue su célebre novela A sangre fría. Años antes de que comiencen a circular este tipo de novelas inscriptas en el denominado género de no ficción y que tuvo como precursor principal a Truman Capote, Rodolfo Walsh ya había publicado en nuestro país Operación Masacre.
En Argentina, pocos años antes Perón había sido derrocado y el general Pedro Eugenio Aramburu gobernaba el país. A mediados del ‘56 había miles de presos políticos, el cadáver de Evita había sido secuestrado, no se podía nombrar al peronismo y había sido anulada la Constitución de 1949 que daba rango constitucional a los derechos económico-sociales; los generales peronistas Juan José Valle y Raúl Tanco encabezaron una revolución a fin de provocar la caída de Aramburu y lograr así que Perón volviera al poder. La revuelta fracasó y el huracán represivo fue atroz. Se decretó la ley marcial y la pena de muerte para los que la incumplieran. A Valle y a los que detuvieron conspirando los fusilaron; el general Tanco, uno de los jefes de la conspiración, se salvó milagrosamente aislandose en la embajada de Haití en Buenos Aires.
Paralelamente a estos hechos el jefe de la policía Bonaerense, Teniente Coronel Desiderio Fernández Suárez, encabezó diversos allanamientos. Uno de ellos fue en Hipólito Yrigoyen 4519, de la localidad de Florida, antes del inicio del levantamiento, y antes de que rigiera la ley marcial. Llevaron a los detenidos a la Brigada de Investigaciones de San Martín y, durante la madrugada y desde La Plata, ordenó su fusilamiento. No había pruebas fehacientes de la vinculación del grupo detenido con el levantamiento, pero la orden se ejecutó igual, en un basural de José León Suárez. No todos murieron, algunos lograron escapar, en la oscuridad, de la muerte.
En el prólogo mismo de Operación Masacre, Rodolfo Walsh cuenta que hasta los sucesos del 9 de Junio de 1956 su vida sólo pasaba por “...el ajedrez, la literatura fantástica que leo y los cuentos policiales que escribo”. Esa noche, Walsh jugaba al ajedrez en un café de La Plata cuando fue sorprendido por el “cercano tiroteo con que empezó el asalto al comando de la segunda división y al departamento de policía en la fracasada revolución de Valle”. Él fue testigo de ese intento de alzamiento fallido al ser vecino del Departamento de Policía, “...en mi casa – comenta – había soldados en las azoteas y en la cocina y en los dormitorios (...), la violencia me ha salpicado las paredes, en las ventanas hay agujeros de balas, he visto un coche agujereado y adentro un hombre con los sesos al aire”. La violencia y el crimen habían golpeado a su puerta, pero él prefirió escapar: “Después no quiero recordar más, ni la voz del locutor en la madrugada anunciando que dieciocho civiles han sido ejecutados en Lanus ni la ola de sangre que anega al país hasta la muerte de Valle. Tengo demasiado para una sola noche. (...) ¿Puedo volver a jugar al ajedrez?”
Su vida continuó entonces con normalidad, entre el ajedrez y la literatura fantástica hasta seis meses después de estos hechos, cuando una noche, sentado ante un vaso de cerveza, un hombre se acerca y le dice: “Hay un fusilado que vive”. En ese momento comenzaría a gestarse Operación Masacre. “Durante casi un año, - dice Walsh – no pensaré en otra cosa, abandonaré mi casa y mi trabajo, me llamaré Francisco Freyre, tendré una célula falsa con ese nombre (...), llevaré conmigo un revólver y a cada momento las figuras del drama volverán obsesivamente”. Walsh comenzaba a darse cuenta así, que la realidad es a veces más compleja que las mismas ficciones que él entretejía y se va llegando acá al momento cumbre de su evolución como escritor, una evolución que va de la industria cultural a la literatura de compromiso. “Mi relación con la literatura – afirma Walsh – se da en dos etapas: de sobrevaloración y mitificación hasta 1967 (…); y de desvalorización y paulatino rechazo a partir de 1968, cuando la tarea política ya se vuelve una alternativa”
Esta obra, afirma Walsh en su Introducción, “persigue un objeto social: el aniquilamiento a corto o largo plazo de los asesinos impunes, de los torturadores, de los técnicos de la picana que permanecen a pesar de los cambios de gobierno, del hampa armada y uniformada”. La investigación es el eje de su obra, el desciframiento, la búsqueda de la verdad, el trabajo con el secreto, el rigor de la reconstrucción, asevera Ricardo Piglia, y agrega que Operación Masacre es una respuesta al viejo debate sobre el compromiso del escritor y la eficacia de la literatura. Los ideales de este traductor, escritor, antólogo y periodista nacido en Choele-Choel se pueden resumir en estas palabras formuladas en un reportaje que le hiciera el mismo Ricardo Piglia: “...el campo del intelectual es, por definición, la conciencia. Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante, y el que comprendiendo no actúa, tendrá lugar en la antología del llanto pero no en la historia viva de su tierra”.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Poesía: Fernando Pessoa

Para vos, amigo Ricardo, que siempre andás en la búsqueda de algo nuevo para leer, te dejo algo de Fernando Pessoa (1888-1935), un poeta, ensayista y traductor portugués que realmente me gusta mucho. Espero que lo disfrutes.






DONDE ESTA DIOS, AUNQUE NO EXISTA
¿Dónde está Dios, aunque no exista? Quiero rezar y llorar, arrepentirme de crímenes que no he cometido, disfrutar de ser perdonado por una caricia no propiamente maternal. Un regazo para llorar, pero un regazo enorme, sin forma, espacioso como una noche de verano, y sin embargo cercano, caliente, femenino, al lado de cualquier fuego… Poder llorar allí cosas impensables, faltas que no sé cuáles son, ternuras de cosas inexistentes, y grandes dudas crispadas de no sé qué futuro…Una infancia nueva, un ama vieja otra vez, y una cama pequeña donde acabe por dormirme, entre cuentos que arrullan, mal oídos, con una atención que se pone tibia, de rayos que penetraban en jóvenes cabellos rubios como el trigo… Y todo esto muy grande, muy eterno, definitivo para siempre, de la estatura única de Dios, allá en el fondo triste y somnoliento de la realidad última de las cosas…Un regazo o una cuna o un brazo caliente alrededor de mi cuello…Una voz que canta bajo y parece querer hacerme llorar…El ruido de la lumbre en el hogar… Un calor en el invierno… Un extravío suave de mi conciencia… Y después, sin ruido, un sueño tranquilo en un espacio enorme, como la luna rodando entre estrellas…Cuando coloco en un rincón, con un cuidado lleno de cariño –con ganas de darles besos- mis juguetes, las palabras, las imágenes, las frases –¡me quedo tan pequeño y tan inofensivo, tan solo en un cuarto tan grande y tan triste, tan profundamente triste…! Después de todo, ¿quién soy yo cuando no juego? Un pobre huérfano abandonado en las calles de las sensaciones, tiritando de frío en las esquinas de la Realidad, teniendo que dormir en los escalones de la Tristeza y que comer el pan regalado de la Fantasía. De un padre sé el nombre; me han dicho que se llama Dios, pero el nombre no me da idea de nada. A veces, de noche, cuando me siento solo, le llamo y lloro, y me hago una idea de él a la que poder amar… Pero después pienso que no le conozco, que quizás no sea así, que quizás no sea nunca ese padre de mi alma…¿Cuándo se terminará todo esto, estas calles por las que arrastro mi miseria, y estos escalones donde encojo mi frío y siento las manos de la noche entre mis harapos? Si un día viniese Dios a buscarme y me llevase a su casa y me diese calor y afecto… Pero el viento se arrastra por la calle y las hojas caes en la acera… Alzo los ojos y veo las estrellas que no tienen ningún sentido… Y de todo esto apenas quedo yo, un pobre niño abandonado…Tengo mucho frío. Estoy tan cansado en mi abandono. Vé a buscar, oh Viento, a mi Madre. Llévame por la Noche a la casa que no he conocido…Vuelve a darme, oh Silencio, mi alma y mi cuna y la canción con que dormía.

ANARQUÍA
La noche y el caos forman parte de mi.
Me remonto al silencio de las estrellas.
Soy el efecto de una causa del tiempo,
del Universo [quizás lo excedo].
Para encontrarme, debo buscarme entre las flores,
los pájaros, los campos y las ciudades,
en los actos, las palabras y los pensamientos de los hombres,
en la noche del sol y las ruinas olvidadas de mundos hoy desaparecidos.
Cuanto más crezco, menos soy.
Cuando más me encuentro, más me pierdo.
Cuanto más me pruebo, más veo que soy flor
y pájaro y estrella y universo.
Cuanto más me defino, menos límites tengo.
Lo desbordo todo.
En el fondo soy lo mismo que Dios.
Mi presencia actual contiene las edades anteriores a la vida,
los tiempos más viejos que la tierra,
los huecos del espacio antes de que el mundo fuera.

La Marsellesa

La historia de la Marsellesa se remonta a 1792, cuando el batallón "Les enfants de la Patrie" se atrincheró en Stramburgo para defenderse de los austríacos. La noche del 20 de abril, el alcalde de la ciudad le pidió al capitán Claude-Joseph Rouget de Lisle, que servía en ese batallón, que compusiera una canción para mantener elevada la moral de las tropas y así lo hizo Rouget, que era músico y poeta, componiendo "Chant de Guerre pour l`Armée du Rhin".
Esta composición fue oficializada como himno nacional de Francia recién en 1946, cuando fue fundada la Cuarta República y es hoy uno de los himnos más conocidos del mundo.
Marchemos, hijos de la patria,
Que ha llegado el día de la gloria
El sangriento estandarte de la tiranía
Está ya levantado contra nosotros (bis)
¿No oís bramar por las campiñas
A esos feroces soldados?
Pues vienen a degollar
A nuestros hijos y a nuestras esposas
¡A las armas, ciudadanos!
¡Formad vuestros batallones!
Marchemos, marchemos,
Que una sangre impura
Empape nuestros surcos.
¿Qué pretende esa horda de esclavos,
De traidores, de reyes conjurados?
¿Para quién son esas innobles trabas y esas cadenas
Tiempo ha preparadas? (bis)
¡ Para nosotros, franceses !
Oh, qué ultraje ! (bis)
¡Qué arrebato nos debe excitar!
Es a nosotros a quienes pretenden sumir
De nuevo en la antigua esclavitud
¡ Y qué ! Sufriremos que esas tropas extranjeras
Dicten la ley en nuestros hogares,
Y que esas falanges mercenarias
Venzan a nuestros valientes guerreros? (bis)
¡ Gran Dios !
Encadenadas nuestras manos,
Tendríamos que doblegar las frentes bajo el yugo!
Los dueños de nuestro destino
No serían más que unos viles déspotas.
¡ Temblad ! tiranos, y también vosotros, pérfidos,
Oprobio de todos los partidos!
¡ Temblad !
Vuestros parricidas proyectos
Van al fin a recibir su castigo. (bis)
Todos son soldados para combatiros.
Si perecen nuestros héroes.
Francia produce otros nuevos
Dispuestos a aniquilaros.
¡Franceses, como magnánimos guerreros
Sufrid o rechazad los golpes !
Perdonad estas pobres víctimas
Que contra su voluntad se arman contra nosotros.
Pero esos déspotas sanguinarios,
Pero esos cómplices de Bouillé,
Todos esos tigres que, sin piedad,
Desgarran el corazón de su madre ...
Nosotros entramos en el camino
Cuando ya no existan nuestros mayores ;
Allí encontraremos sus cenizas
Y la huella de sus virtudes. (bis)
No estaremos tan celosos de seguirles
Como de participar de su tumba ;
¡Tendremos el sublime orgullo
De vengarles o de seguirles !
¡ Amor sagrado de la patria,
Conduce y sostén nuestros brazos vengadores !
¡ Libertad, libertad querida,
Pelea con tus defensores (bis)
¡Que la victoria acuda bajo tus banderas
Al oír tus varoniles acentos !
¡Que tus enemigos moribundos
Vean tu triunfo y nuestra gloria !

martes, 18 de diciembre de 2007

El amenazado (Jorge L. Borges)

Es el amor.
Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo. Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre selevanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.

El Gran Dictador, discurso final

Al día siguiente de estallar la Segunda Guerra Mundial, Charles Chaplin inició el rodaje de El Gran Dictador (1940). Película de clara intención: criticar a los regímenes totalitarios entonces vigentes. El genial actor y director estadounidense ya había desatado una gran polémica social con su anterior película, "Tiempos modernos" (1936), una denuncia sobre la depresión. Ahora el tema era una sátira sobre Hitler y Mussolini. Por lo tanto, sufrió todo tipo de presiones tanto dentro como fuera de Estados Unidos.

El Gran Dictador fue estrenada el 15 de octubre de 1940, en algunos estados norteamericanos fue prohibida, así como en casi toda Europa y en Argentina. En España sería autorizada después de la muerte de Franco.

El antológico discurso del final, que quiero compartir a continuación con ustedes, es un manifiesto contra las dictaduras de todos los tiempos y una apelación a los hombres, en demanda de la libertad y la paz.


"Realmente lo siento, pero no aspiro a ser emperador. Eso no es para mí. No pretendo regentar, ni conquistar nada de nada. Me gustaría ayudar en lo posible a cristianos y judíos, negros y blancos. Todos tenemos el deseo de ayudarnos mutuamente. La gente civilizada es así. Queremos vivir de nuestra dicha mutua...no de nuestra mutua desdicha. No queremos despreciarnos y odiarnos mutuamente.
En este mundo hay sitio para todos. Y la buena tierra es rica y puede garantizar la subsistencia de todos. El camino de la vida puede ser libre y magnífico, pero hemos perdido ese camino. La voracidad ha envenenado el alma de los hombres, ha rodeado el mundo con un círculo de odio y nos ha hecho entrar marcando el paso de la oca en la miseria y en la sangre. Hemos mejorado la velocidad pero somos esclavos de ella. La mecanización que trae consigo la abundancia nos ha alejado del deseo. Nuestra ciencia nos ha vuelto cínicos. Nuestra inteligencia duros y brutales. Pensamos en exceso y no sentimos bastante. Tenemos más necesidad de espíritu humanitario que de mecanización. Necesitamos más la amabilidad y la cortesía que la inteligencia. Sin estas cualidades la vida solo puede ser violenta y todo estará perdido. La aviación y la radio nos han acercado los unos a los otros. La naturaleza misma de estos inventos requería la bondad del hombre y reclamaba una fraternidad universal para la unión de todos.
En este momento mi voz llega a miles de seres esparcidos por el mundo. A aquellos que puedan comprenderle les digo: no desesperéis, la desgracia que ha caído sobre nosotros no es más que el resultado de un apetito feroz, de la amargura de unos hombres que temen el camino del progreso humano. El odio de los hombres pasará y los dictadores perecerán, y el poder que han usurpado al pueblo volverá al pueblo. ¡Y mientras existan hombres que sepan morir, la libertad no podrá perecer! Soldados, no os entreguéis a esos brutos...hombres que os desprecian y os tratan como esclavos, hombres que regimientan vuestras vidas, imponen vuestros actos, vuestros pensamientos y vuestros sentimientos; que os amaestran, os hacen ayunar, os tratan como ganado y ¡os utilizan como carne de cañón!.No os pongáis en manos de esos hombres contra natura, de esos hombres-máquina con corazones de máquina. ¡Vosotros no sois máquinas!¡Vosotros no sois ganado!¡Vosotros sois hombres!¡Vosotros lleváis el amor de la humanidad en vuestros corazones! No odiéis. Sólo los que no son amados odian. Los que no son amados y los anormales....Soldados, ¡no combatáis por la esclavitud! Combatid por la libertad.
En el capítulo 17 del evangelio según San Lucas está escrito: "El reino de Dios está en el hombre mismo". No en un solo hombre, ni en un grupo de hombres, ¡en todos los hombres! Y ¡vosotros! Vosotros, el pueblo tenéis el poder para crear máquinas. El poder para crear la felicidad. Vosotros el pueblo tenéis el poder para crear esa vida libre y espléndida...para hacer de esa vida una radiante aventura. Entonces, en nombre de la democracia, utilicemos ese poder...¡unámonos todos! Luchemos por un nuevo mundo, un mundo limpio que ofrezca a todos la posibilidad de trabajar, que de a la juventud un porvenir y resguarde a los ancianos de la necesidad, prometiendo estas cosas gente ambiciosa se ha hecho con el poder, pero ¡han mentido! No han mantenido sus promesas, ¡ni las mantendrán jamás! Los dictadores se han liberado pero han domesticado al pueblo. Combatamos ahora para que se cumpla esa promesa. Combatamos por un mundo equilibrado...un mundo de ciencia en el que el Progreso lleve a todos a la felicidad. ¡Soldados! en nombre de la democracia, ¡unámonos!

Hannah, ¿puedes oírme? ¡ Dondequiera que estés, alza los ojos ! ¡ Mira, Hannah ! ¡ Las nubes están desapareciendo ! ¡ el sol se está abriendo paso a través de ellas ! ¡ Estamos saliendo de la oscuridad y penetrando en la luz ! ¡ Estamos entrando en un mundo nuevo, un mundo más amable, donde los hombres se elevarán sobre su avaricia, su odio y su brutalidad ! ¡ Mira, Hannah ! ¡ Han dado alas al alma del hombre y, por fin, empieza a volar! ¡ Vuela hacia el arco iris, hacia la luz de la esperanza ! ¡ Alza los ojos, Hannah ! ¡ Alza los ojos !"


FICHA TÉCNICA
Título original: The great dictator
Origen: Estados Unidos.
Año: 1940
Duración: 120 min.
Blanco y negro.
Idioma: inglés
Protagonistas:Charles Chaplin, Paulette Goddard, Jack Oakie, Reginald Gardiner, Henry Daniell, Billy Gilbert, Maurice Moscovich, Emma Dunn
Edición: Willard Nico
Fotografía: Rollie Totheroh
Dirección musical: Meredith Willson
Diseño de arte: J. Russell Spencer
Guión, Producción y Dirección: Charles Chaplin

viernes, 14 de diciembre de 2007

"Bodas de Sangre" en el teatro Colón de Mar del Plata

El viernes 21 de diciembre a las 21 hrs., el Grupo Utopía va a presentar en el teatro Colón de nuestra ciudad otro clásico del teatro universal: Bodas de Sangre, de Federico García Lorca. El espectáculo está montado bajo la dirección general de Arcángel Orfino.
Entrada gral. $15 / Estudiantes y jubilados $12

Serrat y Sabina llenaron de magia la Bombonera

Fuente: La Nación

Al comenzar la tarde, los ingresos en el estadio de Boca Juniors ya estaban ayer cubiertos de miles de fanáticos impacientes por ver a dos ídolos capaces de despertar mayores fervores que cualquier estrella rockera. Y no precisamente Juan Román Riquelme ni Martín Palermo. Esos jóvenes y cuarentones con pancartas, banderas y remeras alegóricas pujaban por dos apellidos amados: Serrat y Sabina, que brindarían el primero de los cuatro shows programados en Buenos Aires, para cerrar el tour "Dos pájaros de un tiro", que comenzó en España seis meses atrás. Como si algún paso de humor le faltara a la gira, en el concierto de anoche intentaron ponerle la frutilla al postre. El show comenzó con Santo Biasatti y María Laura Santillán en las pantallas que anunciaban que la dupla no se presentaría. La imagen de una ambulancia que avanzaba raudamente por una autopista fue el preludio para que se apagaran las luces y, al encenderse, aparecieran abrazados estos dos "amigos atorrantes": Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina, que apenas pasadas las 21.40 inauguraron su ciclo de actuaciones porteñas, ante una Bombonera colmada por 40 mil espectadores. Serrat algunas veces cargando su guitarra, Sabina con su sombrero bombín, comenzaron a desandar un repertorio con temas significativos de la carrera de cada uno. "Ocupen su localidad" y "Hoy puede ser un gran día" sonaron entre los primeros de una larga lista.
El humor nunca estuvo ausente. En un momento, Serrat agradeció a "todos aquellos que dejaron sus escrúpulos de lado y se atrevieron a venir a esta cancha". Y enseguida, agradeció: "A todos los que vinieron a verme a mí y a despedirlo a él". En el VIP había sillones y televisores de plasmas que reproducían el DVD de la gira, minutos antes del inicio del concierto. Y allí se congregó un conversador y entusiasta grupo de famosos como Antonio Banderas, Melanie Griffith, León Gieco, Víctor Heredia y Estela de Carlotto, Iván Noble, Abel Pintos, los Pimpinela, Alejandro Lerner, Pablo Alarcón y Daniel Rabinovich.
Con la serie de cuatro shows que comenzó anoche en la Bombonera, el madrileño y el catalán cerrarán una gira que fue realmente intensa, que resumió lo mejor de cada uno y lo potenció en esa complicidad que se dio a partir de esa sociedad que decidieron llamar "Dos pájaros de un tiro". Son dos grandes actores o realmente se divirtieron juntos en este periplo que comenzó en Zaragoza, a finales de junio de este año, y culminará el próximo martes, con el cuarto concierto en Boca. En el medio habrán pasado más de 70 actuaciones, la publicación de un CD y un DVD del concierto (en una versión standard y otra de lujo), y muchas conferencias de prensa en las que hicieron todo tipo de bromas para burlarse uno del otro. Bromearon con sus edades, con sus enfermedades y con sus vicios. Hicieron, a veces sobre el escenario y otras frente a los periodistas, pasos de comedia o declamaciones dignas de un cómico stand up . Pero no sólo hubo risas. También se pusieron serios para recordar a amigos como Roberto Fontanarrosa. "Se nos fue el argentino, probablemente, más querido por los argentinos", dijo Serrat.

jueves, 13 de diciembre de 2007

El Festival Internacional de cine de Mar del Plata del 2008 se realizará en Octubre

Será entre el 2 y el 12. Se trata de la 24º edición. Como se recordará, entre 1996 y 1999, se llevaba a cabo en los primeros días de noviembre y, a partir de 2001, como cierre de la temporada veraniega en marzo.
La nueva fecha quedó determinada tras largas negociaciones entre las autoridades del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y sus flamantes directivos José Antonio Martínez Suárez y Rafael Cohen, presidente y vice, respectivamente, con la Federación Internacional de Asociaciones de Productores de Films (Fiapf), se acordó el cuarto cambio de fecha para la muestra.
Según expresó Cohen, es la mejor fecha disponible para esta nueva etapa que volverá a tener prioridad el criterio internacional a la hora de la selección.

Instrucciones para subir una escalera (Julio Cortázar)

en Historias de Cronopios y de Famas (1962)

Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situá un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de transladar de una planta baja a un primer piso.Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.

I Congreso Internacional de Literatura y Cultura Españolas Contemporáneas

La Plata, 1, 2 y 3 de octubre de 2008

PRIMERA CIRCULAR
La organización de este Primer Congreso surge de la voluntad de inaugurar en el medio académico argentino un ámbito específico para el estudio y la crítica de la literatura y la cultura españolas contemporáneas. La ingente producción cultural española, junto con la creciente lectura renovada de sus obras y autores amerita la organización de reuniones científicas periódicas que favorezcan el encuentro de especialistas y la actualización de conocimientos.
El centenario historial de la Universidad Nacional de La Plata y la sólida trayectoria del Centro de Estudios de Teoría y Crítica Literaria ofrecen el marco institucional para hacer realidad y dar continuidad al proyecto. Los resultados de los sucesivos congresos internacionales Orbis Tertius y la tradición de intercambio con academias nacionales y extranjeras cultivada por la cátedra de Literatura Española II propician la ocasión de revalidar mediante esta experiencia la tarea desarrollada hasta hoy.
El enfoque programático, abierto a diferentes saberes, busca responder a los planteamientos actuales de la filosofía del conocimiento para las ciencias del hombre. A su vez, desde dicho contexto teórico, se aspira a intensificar el diálogo de la literatura española contemporánea con otras disciplinas de la carrera de Letras así como con las diversas áreas de los estudios humanísticos y las ciencias sociales.
Con el fin de tratar problemas interrelacionados y evitar la dispersión de contenidos se ha adoptado un ordenamiento con base en un recorte temporal delimitado, susceptible de alternarse con otros períodos de la edad contemporánea en los encuentros futuros.
La presente convocatoria, centrada en el último siglo y en el breve tramo del recién iniciado, se complementa con diferentes ejes temáticos representativos de las preocupaciones y los lineamientos críticos que orientan las investigaciones sobre la literatura española comprendida en esta época.

Ejes temáticos:
Identidad y filiaciones en las letras españolas actuales (narrativa, poesía, teatro).
Literatura, arte, cine, otros medios: diálogos, cruces y convergencias.
Memoria y representaciones del pasado reciente.
Edición y mercado del libro.
Literaturas de España, Latinoamérica y Argentina: nuevos intercambios.
Diálogos pasados y presentes de la literatura española: la tradición clásica, la literatura europea y norteamericana.
Mesa especial: Rafael Azcona a 50 años de El pisito.

Presidente
Raquel Macciuci

Secretaria
Natalia Corbellini

Comité Científico
José Luis De Diego
Graciela Goldchluk
Mario Goloboff
Cristina di Gregori
Élida Lois
Juan Nápoli
Alberto Pérez
Carolina Sancholuz
José Sazbón
Cristina Tortti
Aníbal Viguera
Graciela Wamba

Comité organizador
Coordinadores: Federico Gerhardt, Evelyn Hafter
Colaboradores: Marcelo Arena, Virginia Bonatto,
María de los Ángeles Contreras,
Mariela Sánchez, Facundo Saxe, Sihuen Yema.


Direcciones y contactos.
Centro de Estudios de Teoría y Crítica Literaria. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (UNLP). Calle 48 e/ 6 y 7, Oficina 808, CP 1900, La Plata, Argentina.
Teléfono: 0221-4230125. Interno 67.
C.e. española2@fahce.unlp.edu.ar

En el mes de enero se enviará la segunda circular en la que se detallarán los escritores y especialistas invitados, las instituciones auspiciantes, los plazos de inscripción y los aranceles del congreso

Las Madres del Amor


“Tenemos que ir a la Plaza de Mayo, que nos vean todos” dijo energicamente Azucena Villaflor de De Vicenti, cansada de las evasivas que venía escuchando al intentar ser recibidas por el presidente de facto Jorge Rafael Videla y sin saber que ese día comenzaba a escribir una de las páginas más heróicas de la historia argentina. Ese 30 de abril de 1977, Azucena junto a otras trece compañeras en el dolor fueron por primera vez a la histórica plaza, entonces semivacía, a reclamar por sus hijos desaparecidos. La orden de circular que les dió la policía provocó que nunca dejaran de caminar alrededor de la pirámide de la plaza. Con el tiempo, los sábados se transformaron en jueves; y esas catorce madres se transformaron en cientas que nunca faltaron a la cita durante los últimos treinta años.
Lucharon contra una sociedad que no entendía, o no quería entender lo que ellas reclamaban, y que en gran parte las tildaba de locas mientras gritaba idiotizada los goles de Kempes en el Mundial 78.
Lucharon contra un periodismo cobarde que publicaba una y otra vez que “los argentinos somos derechos y humanos” y que no fue capaz de publicar absolutamente nada luego de la peregrinación anual a Lujan de 1977, fecha en que un grupo importante de Madres, con la intención de darse a conocer, caminó hacia la basílica con pañales blancos (los pañuelos vinieron después) y carteles que mostraban fotos de sus hijos secuestrados y desaparecidos.
Lucharon contra ratas como el teniente Alfredo Astiz, que haciéndose pasar por el hermano de un desaparecido se infiltró en la organización y luego señaló y secuestró a Azucena Villaflor de De Vicenti, a Esther Ballestrino de Careaga y a María Ponce de Bianco, cuyos cadáveres aparecerían en las costas de San Bernardo y de Santa Teresita entre diciembre de 1977 y enero de 1978.
Hoy, treinta años después, cada jueves vemos a estos símbolos del amor y del coraje con su lento caminar y codo a codo, mostrando las heridas de un pasado que no podemos olvidar.
Hoy que cientos de miles de argentinos se detienen a aplaudirlas y a acompañarlas en su marcha.
Hoy que los periodistas ya no tienen miedo y muchos se cuelgan de sus pañuelos.
Hoy que ya no caminan solas, vaya mi recuerdo, respeto y admiración a esas primeras valientes protagonistas de una época en que el país estaba gobernado por cobardes, y a todas aquellas otras que se fueron agregando con el tiempo y hoy, como dijo Chávez en el estadio Ferro, son Madres de todos nosotros. A las Madres del Amor, a las Madres de la Dignidad, a las Madres de Plaza de Mayo.

martes, 11 de diciembre de 2007

Tres poemas de Alejandra Pizarnik

ANILLOS DE CENIZA
Son mis voces cantando
para que no canten ellos,
los amordazados grismente en el alba,
los vestidos de pájaro desolado en la lluvia.
Hay, en la espera,
un rumor a lila rompiéndose.
Y hay, cuando viene el día,
una partición de sol en pequeños soles negros.
Y cuando es de noche, siempre,
una tribu de palabras mutiladas
busca asilo en mi garganta
para que no canten ellos,
los funestos, los dueños del silencio.


CUARTO SOLO
Si te atreves a sorprender
la verdad de esta vieja pared;
y sus fisuras, desgarraduras,
formando rostros, esfinges,
manos, clepsidras,
seguramente vendrá
una presencia para tu sed,
probablemente partirá
esta ausencia que te bebe.


HIJA DEL VIENTO
Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencias,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.
Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.
Tú lloras debajo del llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.
Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.

Cine: Honor de caballería

Muchas veces se han hecho fieles adaptaciones para el cine de tragedias o novelas de Shakespeare y se han logrado muy buenas películas. Muy distinto es lo que ha sucedido históricamente cuando se quiso llevar a la pantalla grande la obra cumbre de la literatura española, Don Quijote de la Mancha, ya que siempre que se lo ha intentado, el resultado ha sido, en mayor o menor medida, un fracaso rotundo.
Sin embargo, este año he estado aguardando con ansiedad el estreno en salas comerciales, hacia finales de octubre, de Honor de caballería, una versión “desprejuiciada” de la obra de Cervantes llevada al cine por el español Albert Serra, que ya se había estrenado en el Festival de Mar del Plata del pasado marzo. Este film, que venía con excelentes críticas y varios premios en distintos festivales, es una adaptación libre del Quijote en la que a medida que la van rodando, el equipo técnico y artístico realiza un viaje paralelo al de los protagonistas del libro.
Lamentablemente, como pasa con muchas otras, el estreno pasó de largo por Mar del Plata (en Capital Federal se estrenó en una sola sala). Ahora hay que esperar, con muchísima suerte, que a algún videoclub amigo se le de por tenerla en su estantería, o intentar bajarla de Internet (¡esto último no se hace!).


Algunos comentarios del film:

“Muy buena” (La Nación)

“Excelente” (Clarín)

“..distinta, atrevida, innovadora, atractiva... y heróica” (miradas.net)

“La primera película del Quijote hecha por gente quijotesca” (La butaca)

“Una obra de arte” (Carlos Balbuena para contrapicado.net)

sábado, 8 de diciembre de 2007

Los nadies (Eduardo Galeano)

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos: Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Doris Lessing: "Sobre no ganar el premio Nobel"

Finalmente fue Nicholas Pearson, el editor de la reciente ganadora del Premio Nobel de Literatura Doris Lessing, quien leyó el discurso de la escritora inglesa que como ya se había anunciado, se excusó por no poder asistir a la entrega del premio por razones de salud.
El discurso titulado “Sobre no ganar el premio Nobel”, que proximamente va a estar publicado en este sitio y en su totalidad, estuvo dedicado, en primer lugar, a aquellos que por razones de acceso nunca podrán ser escritores y mucho menos ganar un premio de este tipo: "Estamos en una cultura que se está fragmentando, donde nuestras certezas de hace apenas algunas décadas son cuestionadas y donde es común que hombres y mujeres jóvenes que tuvieron años de educación no sepan nada acerca del mundo, no hayan leído nada, y sepan sólo de alguna especialización u otra, por ejemplo, de computadoras", indicó. Fué, si se quiere, un alegato a la necesidad de implementar estrategias para que la oportunidad de acceder a la lectura y a la escritura esté al alcance de todos y no solamente de una minoría: “ Aquí estoy hablando de libros nunca escritos, escritores que nunca lo serán porque los editores no están allí. Voces sin escuchar. No es posible evaluar este gran desperdicio de talentos, de potencial”
Lessing misma desarrolló su pasión por la lectura y luego por la escritura, al margen de los estudios que nunca tuvo, leyendo en bibliotecas, leyendo cuanto caía en sus manos en medio de una infancia de mucha movilidad. Su defensa de los desposeídos es la defensa de la imaginación, de la fantasía, de la narrativa y de la cultura no libresca. En este sentido, y apuntando a la lectura, añadió que “los poblados, al contrario de lo que la gente asegura, están llenos de gente inteligente, de maestros retirados (...) la gente tiene las mismas ansias de lectura que en Europa”. Se refirió tambien a otros temas como el de la influencia de internet, afirmando que “nos estamos enfrentando a una increíble invención, las computadoras e Internet y la televisión, una revolución. No es la primera revolución que enfrentamos nosotros, la raza humana. La revolución de la imprenta, que no sucedió sólo en un par de décadas, sino en mucho más, cambió nuestras mentes y formas de pensar (...) Y nunca nos preguntamos cómo nosotros, nuestras mentes, cambiarán con la nueva Internet, que sedujo a toda una generación con sus nimiedades, de manera que incluso las personas más o menos razonables admiten que es muy difícil desprenderse cuando uno se vuelve adicto".
Es bueno recordar que cuando a Lessing, hacia fines de octubre le contaron cuál había sido la argumentación para darle el Nobel -"narradora épica de la experiencia femenina, que se propuso analizar una civilización fragmentada con escepticismo, pasión y fuerza visionaria"- comentó: "¿De verdad dijeron eso? Qué ridículo". Y explicó que hace más de treinta años uno de los jurados le dijo con muy malos modos que nunca recibiría el Nobel de Literatura

jueves, 6 de diciembre de 2007

Recordando al genial Negro Fontanarrosa

El Negro Fontanarrosa nació en la ciudad de Rosario allá por 1944. No sólo fue autor de numerosos guiones y chistes gráficos, sino que fue creador de personajes emblemáticos de nuestra cultura como el del gaucho Inodoro Pereyra y su perro Mendieta, cuyas historias se publican desde 1972, o el de Boogie el Aceitoso. El genial negro fue también autor de novelas como Best Seller, Área 18, La gansada, y varios libros de cuentos como Los trenes matan a los autos, El mundo ha vivido equivocado, No sé si he sido claro, Nada del otro mundo, El mayor de mis defectos y La mesa de los galanes. También, y durante muchísimos años, fue “colaborador creativo” del grupo Les Luthiers.
Como para recordar al "Negro", les subí la famosa "defensa de las malas palabras" que hizo en el III Congreso Internacional de la Lengua en el 2004.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Aula Rodolfo Walsh en Humanidades


Después de que el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Mar del Plata así lo dispusiera, el aula número 60 de la Facultad de Humanidades lleva el nombre del periodista, traductor y escritor Rodolfo Walsh, a 30 años de su desaparición.El nombre al aula, la más grande de esta unidad académica, se le impuso en un acto que se realizó el viernes último y que contó con la presencia del escritor Ricardo Piglia.
La propuesta de que el aula sesenta lleve el nombre de Walsh nació de la agrupación Frente 20 de diciembre, que en la actualidad conduce el Centro de Estudiantes de Humanidades. Un auditorio colmado siguió las palabras de Piglia, quien fue acompañado en la mesa, también como disertantes, por el periodista Juan Carrá, quien se refirió a la carrera periodística de Walsh, y por el historiador Juan Ladeuix, quien abordó al escritor desde su costado de constructor de sentido histórico, tanto a partir de "Operación masacre", como de la Carta a las Juntas Militares.

Juan Gelman, Premio Cervantes

El 29 de Noviembre pasado, el poeta argentino Juan Gelman conquistó el Premio Cervantes por su obra literaria. El anuncio de la concesión del galardón más importante de las letras españolas fue hecho por el ministro de Cultura de España, César Antonio Molina.
Gelman nació en Buenos Aires en 1930 teniendo que emigrar a México luego del golpe militar del 24 de Marzo de 1976 en Argentina.
Ha recibido los premios Nacional de Poesía de Argentina, el Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, el de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo y el Reina Sofía de Poesía Latinoamericana, entre otros.
En su amplia obra poética resaltan Violín y otras cuestiones (1956), En el juego en que andamos (1959), Gotán (1962), Los poemas de Sidney West (1969), Fábulas (1970), Salarios del impío (1993) y Sombra de vuelta y de ida (1997).
Si alguno no ha tenido aún oportunidad de leer algo de Gelman, les dejo como muestra un par de poemas exquisitos.

AHORA

ahora miguel ángel cruza la noche del país
va en un caballito de fuego /
se le caen palabras que tiemblan como el sur
tira balazos de esperanza

¿es verdad que te hicieron pedazos en la tortura militar?
¿te caíste a pedacitos? / ¿y qué
crece de cada pedacito tuyo? / ¿acaso otro ángel / miguel?
¿los demás? / ¿un vagabundo? / ¿una triste? /

¿un viejo sentimiento inmortal? / ¿santa teresa
la obrera / que montaba un caballo de fuego para vivir cada
vez? /
¿cómo el olor de tu alma?
pedazos de la amadora escaparon a las uñas del tiempo

pregunto estas cosas para saber cómo me va
envuelto estás en pólvora y horrores
tus poemas cruzan la noche del país
tu ternura trabaja / obrera / delicada

andás por plazas y por calles con la memoria en la mano
llega la luz del alba torpemente
aquí ninguno da perdón /
te deshacés / miguel /juntando cielo

pero me acuerdo de cuando vas a volver
pegado a tu destino como una roca /
limpiándole la muerte a cada noche /
montado en un caballito de fuego


PREGUNTAS

Ya que navegas por mi sangre
y conoces mis límites
y me despiertas en la mitad del día
para acostarme en tu recuerdo
y eres furia de mi paciencia para mi
dime qué diablos hago
por qué te necesito
quién eres
muda sola recorriéndome
razón de mi pasión
por qué quiero llenarte solamente de mí
y abarcarte acabarte mezclarme a tus huesitos
y eres única patria
contra las bestias del olvido